Fuente de ácido fólico y vitamina B6. Ambas son importantes para mantener el metabolismo en buen estado y evitar que sufras anemia megaloblástica (que no es la misma que la anemia por déficit de hierro).
Aportan una cantidad importante de fibra, con lo que te sentirás saciado después de comerlas.
No las tomes siempre hervidas con aceite, puedes añadirlas en ensaladas, cocinarlas con sofrito de tomate y cebolla...
Si estás embarazada, el ácido fólico es importante para prevenir malformaciones en el tubo neural del bebé.