El chile jalapeño, además de prestarse a múltiples preparaciones gracias a su atractivo sabor que es capaz de realzar prácticamente cualquier plato, también posee nutrientes muy beneficiosos para la salud. El jalapeño es rico en flavonoides, que ayudan a prevenir la enfermedad coronaria, y contiene un compuesto natural, la capsaicina, que actúa como vasodilatador. Hay que consumirlo con precaución ya que un uso excesivo puede provocar dolor de estómago y/o acidez.
En invierno, el nutricionista Aitor Sánchez considera muy interesante la opción de añadir unas rodajas de picante a las sopas. Si se prefieren conservar se pueden añadir posteriormente a un sofrito, por ejemplo. Un recurso muy socorrido para consumir picantes es rellenar la aceitera y darle un toque especial a todos nuestros platos.